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“A nadie le gusta el dolor para uno mismo, salvo que lo busque y desee tenerlo, solo porque es dolor”
A veces aferrarnos al dolor hace que veamos las cosas más claras... nos hace construirnos verdades, aunque estas sean una mentira; nos obliga a seguir adelante convenciéndonos de que aún tenemos un motivo.
El dolor engaña, también. Hay quienes dicen que es merecido, cuando no es así, no por tener almas masoquistas, sino por falta de amor propio.
Hay también, aquellos que no lo valoran, sólo porque no es exactamente lo que pedían. Si es que se cruza por nuestra vida, seamos también felices pues todo lo que se nos da debe de ser agradecido, ya que el dolor es una oportunidad más que nos entrega la vida para aprender, ya sea de uno mismo o de otros... Pero sí es cierto que nos regala adornos pasajeros y fortifica nuestra memoria...
No importa si uno se cae, debe aprender a levantarse sin ayuda de nadie, apreciando también la ayuda ofrecida si la hubiera. Aprendamos de nuestros errores, de nuestras caídas y moretones, pero sin alardear las cicatrices... Todo esto nos llevará a crecer, a ser mejores personas.
Los dejo pensando (ojala)
Eudaimonia
1 comentario:
(12:10 p.m.): el dolor...
es necesario, pero no es una necesidad tampoco.
Se cuida.
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