No existen palabras para describir lo orgullosa que me hace sentir mi mamá. Ella es una mujer que trabaja de sol a sol e incluso más, siempre tratando de que a sus hijos no nos falte nada y tengamos lo mejor. Mi madre es estricta y exigente con nosotros, tal y como lo es consigo misma. Suele ser sobreprotectora, pero yo se lo atribuyo a su inmenso amor de madre. Sus logros como mujer tienen doble mérito. Ella nos supo sacar adelante sola, sin ayuda de nadie. ¡Es un ejemplo de fortaleza y dedicación!
Definitivamente, no creo que la vida me haya podido dar un mejor ejemplo de mujer. Nadie como mi madre podría haberme incentivado más en el campo intelectual. Nadie más que ella podría haberme enseñado a ser fuerte, a enfrentar la vida con la cabeza alta, pero con los pies en la tierra.
Desde chica y hasta hoy sostengo que si llego a ser como ella, en todos los aspectos, voy a poder considerarme una persona íntegra y feliz, realizada y completa.
Yo la amo. Es única. Punto.
Yo la amo. Es única. Punto.
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