lunes, 28 de julio de 2008

a m o r

El viento del amor lo dice todo
del amor que desdice y que desanda,
de ese amor que no dice y tanto manda
amor por el amor de cualquier modo.

Amor que se levanta de entre el lodo,
amor que todo pide y que demanda,
amor de cuanto amor todo lo agranda,
amor para el amor por acomodo.

Amor llama a desdenes y a caricias,
amor llama a miradas vergonzosas,
amor llama a dulzura y a delicias,

Amor incita a espinas y a las rosas.
El manto del amor cubre los ojos
para abrirle a la vida sus cerrojos.

Si quiero recordarte...

Si quiero recordarte hablo de mí.
Porque yo soy tu sombra, tu reflejo,
lo poco que aún me queda, tus sueños,
el eco de tu voz mintiéndome verdades
sin sentido, tus ojos pardos
mirando distraídos, tu sonrisa,
el calor de tu piel a veces confundida
con la fría caricia de tus manos,
tu lento caminar, tu sombra erguida
es todo cuanto tengo.
Por eso hablo de mí
si quiero recordarte.

jueves, 24 de julio de 2008

Dulces

Me quitas todo como un dulce a un niño. Y yo, como un niño, lloro, sufro y pataleo, desviviéndome por el dulce que quizás hasta no me merecía, un dulce que quizás no era de la calidad necesaria, ni el sabor ideal. Pese a que no sé aún cuál es la calidad y el sabor que quería, pero aún así, deseaba probar.

Y aún así, sigo creyendo en ti. Así como soy, siempre tan ingenua, inocente, ciega ante tus farsas, ante tus mentiras, inmensas y elaboradas obras de teatro.

Y sin embargo, me enseñaste mucho. Eso sí, recuérdame por favor, nuevamente, a perdonarte, como así también me enseñaste a no olvidar.

sábado, 19 de julio de 2008

Caras

La cara es donde estamos nosotros. Besamos, comemos, respiramos y hablamos a través de ella. Es por donde miramos, escuchamos y olemos. Es lo que pensamos que de nosotros queda definitiva y finalmente expuesto a los demás. Es la parte que escondemos cuando estamos avergonzados y el trocito que creemos perder cuando estamos en desgracia. Es por donde diluvia cuando nos decepcionamos y donde truena cuando encontramos la alegría y la esperanza. Es la que se ilumina cuando vemos a aquel ser tan profundamente amado, y se apaga cuando nos separamos de él.

Es la delatora de nuestros sentimientos, pues en ella se encuentran, no sólo las ventanas, sino las puertas y salidas de emergencia del alma.

Es también la disfrazada por máscaras y caretas, las cuales llegan a ser millones, variando según la ocasión, y sin embargo, queda igual.

Es universal, todo el mundo tiene una. Es gratuita y famosa, representada de mil y un maneras, y sin embargo, cada una es única, no existe una igual.

La mía es mía, la tuya, tuya, de nadie más.

Pronto

Creo que eso fue lo que hizo que todo terminara como terminó. El hecho de que me fallaras me hartó, más de lo que te imaginas, pues sabías muy bien que tan sólo al pasar en un espeluznante segundo por mi vagante mente la idea de una nueva decepción, me desesperaba mientras se me ponía la piel de gallina, me recorría un escalofrío y los ojos se me inundaban de insulsas lágrimas.

Y sin embargo, lo hacías.

¿Qué se puede esperar de alguien así? Todavía no lo sé.

Espero poder llegar a responder esta incógnita pronto.

Espero que ese pronto llegue a ser una pequeña eternidad.