Hace días que siento unas ganas incontenibles de escribir.Por alguna extraña razón, las palabras no han encontrado sentido y no han querido salir de mis dedos. Pero hoy, hoy tengo ganas de decir muchas cosas. Entre ellas, que soy feliz. Ahora mismo me sonrío frente a la pantalla.
A veces las cosas pasan demasiado rápido, y uno no tiene el tiempo de detenerse a pensar. Así que, ayer lo hice.Y pensé: “Estoy cumpliendo mi sueño”… Estoy aprendiendo una cantidad increíble de cosas, y, sigo siendo la misma persona. Ni toda la maldad a mi alrededor logró cambiarme. Logré entender, finalmente, que todo es pasajero, y por tanto debemos disfrutarlo, sea dulce o doloroso.
Estoy conociendo a personas hermosas, que creen que las ventajas que tuvieron sin merecerlas son una herramienta para ayudar a que otros vivan mejor. Y estoy queriendo más, a los que ya conocía, cada día aprendo más de ellos y me nutro de su amistad.
Creo que estoy siguiendo el plan que me tracé. Y sigo teniendo los ojos grandes cada vez que un niño me sonríe. Aprendí algo, el chocar de frente con personas vacías de humanidad me sirve para saber lo que no quiero ser. Y confirmar, que lo que soy, sí es valorado por los que respiran hondo y a veces dejan correr lagrimitas de emoción cuando se sienten plenos.
Este mi presente es hermoso. Me alegro de poder compartirlo contigo.
A veces las cosas pasan demasiado rápido, y uno no tiene el tiempo de detenerse a pensar. Así que, ayer lo hice.Y pensé: “Estoy cumpliendo mi sueño”… Estoy aprendiendo una cantidad increíble de cosas, y, sigo siendo la misma persona. Ni toda la maldad a mi alrededor logró cambiarme. Logré entender, finalmente, que todo es pasajero, y por tanto debemos disfrutarlo, sea dulce o doloroso.
Estoy conociendo a personas hermosas, que creen que las ventajas que tuvieron sin merecerlas son una herramienta para ayudar a que otros vivan mejor. Y estoy queriendo más, a los que ya conocía, cada día aprendo más de ellos y me nutro de su amistad.
Creo que estoy siguiendo el plan que me tracé. Y sigo teniendo los ojos grandes cada vez que un niño me sonríe. Aprendí algo, el chocar de frente con personas vacías de humanidad me sirve para saber lo que no quiero ser. Y confirmar, que lo que soy, sí es valorado por los que respiran hondo y a veces dejan correr lagrimitas de emoción cuando se sienten plenos.
Este mi presente es hermoso. Me alegro de poder compartirlo contigo.
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