jueves, 24 de julio de 2008

Dulces

Me quitas todo como un dulce a un niño. Y yo, como un niño, lloro, sufro y pataleo, desviviéndome por el dulce que quizás hasta no me merecía, un dulce que quizás no era de la calidad necesaria, ni el sabor ideal. Pese a que no sé aún cuál es la calidad y el sabor que quería, pero aún así, deseaba probar.

Y aún así, sigo creyendo en ti. Así como soy, siempre tan ingenua, inocente, ciega ante tus farsas, ante tus mentiras, inmensas y elaboradas obras de teatro.

Y sin embargo, me enseñaste mucho. Eso sí, recuérdame por favor, nuevamente, a perdonarte, como así también me enseñaste a no olvidar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://youtube.com/watch?v=wM-Mk26N6wQ

Anónimo dijo...

y cuando te quita la voz?, o algun sentido como la vista??...