sábado, 30 de agosto de 2008

Siento...

Cállate. Solo junta tus labios y guarda silencio. No emitas sonido alguno. No me mires así tampoco. Sería mejor si cerraras también los ojos. No creo que estés, nunca, preparado para lo que te voy a decir.

Ahí voy.

Quédate quieto, solo déjame hablar. No te distraigas, no creo que pueda repetir lo que va a salir.

Siento que la primera vez que te vi no me fijé realmente en ti. No sé si quiera saber si la primera vez que me viste, tu corazón quedo flechado.

Siento no intentar conocerte más a fondo, no por ti, sino por mí. Temía encontrar a alguien tan parecido a mí, que el simple hecho de pensar en alejarme de ti me dolía.

Siento que tus ojos brillen cada vez que me miras. No estoy segura si eso pasa conmigo. Verás, no puedo verme cuando te miro, pero sé que lo hago, muy en el fondo, con cariño.

Siento ser tan cobarde que no puedo siquiera formular una frase decente para saludarte, y que, cada vez que lo intento, solo salga un suspiro y un mal disimulado grito de dolor. Sé que tú quieres hablar conmigo, y aprecio que lo intentes.

Siento pensar tanto en ti. La verdad es que sin quererlo, llegaste y marcaste una etapa en mi vida. Espero no haber marcado la tuya, pese a que me encantaría saber que tú también piensas en mí.

Siento escribir sobre ti. Eres lo único que ronda mi mente y mi corazón… Y, es que habrás escuchado aquel dicho, lo que abunda en el corazón sale por la boca… En mi caso, sale por las manos, y se convierten en una frase que no me atrevo a decir.

Creo que me estoy enamorando de ti.

miércoles, 20 de agosto de 2008

*sigh*...

I

am

still

alive.

But the time I've got doesn't catch up with the time I need.

>.<

jueves, 7 de agosto de 2008

...

Y es que era verdad.

Y no sé cómo lidiar con ella. Me dejaste con puntos suspensivos en la cabeza, con los labios partidos, los ojos abiertos y la piel de gallina. Por alguna extraña razón, me dejaste fría, y aún no estoy segura si es que es por la sorpresa, o por tu inesperada partida.
Y es que era verdad.

Y durante tanto tiempo la quise ocultar. No, no ocultar. Pongámoslo de otro modo. Quise ponerla en lo más profundo y lejano de mis memorias, no para olvidar, sino para evitar recordar. Quise, no olvidarte, sino evitar recordarte. Porque podrás ser, siempre, un recuerdo muy dulce, pero muy doloroso a la vez. Y pese a que el dolor ayuda a aprender, lo que viví esos instantes contigo quizás fue un error, pero en otro lugar, en otras circunstancias, lo volvería a repetir.

En otro lugar, en otras circunstancias...

Y es que es verdad.

Y salió a la luz, sabía que lo haría algún día, sólo que no pensé que ese día sería tan pronto.

Y ahora no sé cómo lidiar con ella.

Se acerca el momento de tener esa charla. Sigo con puntos suspensivos en la cabeza. Y aún así, sabes disimular tan bien...

Y seguirá siendo verdad, haga lo que haga, no se puede cambiar el pasado. El pasado queda escrito en el libro de la vida. No hay nada en el universo que lo pueda borrar.